En lo que respecta a la adopción de la Inteligencia Artificial las industrias de la minería y energía han pasado del escepticismo a la convicción; la gran pregunta es ahora ¿cómo se implementa?
El proceso de implementación tiene un objetivo estratégico fundamental que es el cambio en la cultura empresarial. Por otro lado, tiene tres principios tácticos que lo deben guiar:
- Orientado a generar valor de manera rápida y tangible
- Ofrecer una relación costo / beneficio atractiva y lograble
- Enfocarse en las áreas críticas del negocio (seguridad, protección del medio ambiente y productividad)
En la etapa temprana la experiencia viene demostrando que hacer proyectos piloto, rápidos, a bajo costo y enfocados a lograr un alto impacto en problemas específicos, ha sido clave para reducir el escepticismo y generar soporte a nivel gerencial para desarrollos de mayor alcance.
Es el mismo proceso que siguieron los esfuerzos para implementar la cultura de confiabilidad en la industria del petróleo, hasta convertirse en el pilar que es hoy para la excelencia operativa.
Típicamente los problemas objetivo provienen de áreas como mitigación de riesgo, reducción de costos operativos o mejoramiento de la confiabilidad, entre otros.
Estas soluciones tempranas sirven también para identificar otras áreas de posibles aplicaciones que beneficiarían a diferentes grupos funcionales y también permiten identificar qué data adicional sería útil.
Estas informaciones son claves para definir aspectos fundamentales, de un proyecto a mayor escala en la empresa, tales como la integración de datos, nuevos datos a generar, predicciones a configurar y aplicaciones de IA prescriptiva a implementar.